Jean - Baptista Debret (1768-1848), realizó entre
los años 1826-1831, diferentes viajes por tierras brasileñas, realizando numerosos
dibujos y acuarelas, que servirían para que al regresar a Europa, publicara entre 1834 a 1839,
su famosa obra "Viagem Pitoresca e Histórica do Brasil.
En uno de esas acuarelas a color, en grabado. se nos presenta una
vista de la "ilha de Arvoredo", situada al norte de la isla de Santa
Catarina, en la que destacan en lo alto de una gran roca, unos grandes grabados
en la piedra. Debajo de la imagen, es colocada una lectura de los mismos y
debajo posee el título del dibujo: "INSCRIPTION DU ROCHER DOS ARVOREDOS (
des Buissons )", que hace referencia a una inscripción en piedra de la isla de
Arvoredo(s).
Cuando fue publicada y referenciada indirectamente
se identifica como una escritura fenicia, pienso porque en la época no existían
estudios serios sobre el arte precolonial en Brasil y si existía una corriente
historicista muy fuerte sobre la presencia de la civilización fenicia no sólo
en esta parte del mundo, sino en casi todas,...
Hay que pensar que el famoso pintor y pintor J.B.
Debret, cuando finalizó de realizar sus viajes por Brasil, en 1831, ya tenía 63
años y lo que fue reflejando en sus dibujos, nos refleja lo que vio y
posiblemente lo que le contaron sobre ello.
Por eso no es extraño que cuando se encuentra
delante de la pequeña isla de Arvoredo, ve la gran roca y le cuentan, por ejemplo, que se llama "A Pedra do Letreiro", él la
incluya en su visión y luego procura encontrar una explicación al "hallazgo
misterioso" que el mismo presenció, en base a las teorías de la época,...
Lo que es una realidad, es que el dibujo en la acuarela de Debret,
aunque no refleje la realidad de lo que hoy podemos ver en la pared rocosa de
la isla donde están los pegroglifos, en donde podemos identificar diversas
figuras que poco tienen que ver con lo que se representa en el diseño, es la
primera documentación histórica de la existencia de arte rupestre en la citada
isla.
Un dibujo en la acuarela de mediados del siglo XIX, mostrando
grabados que hunden sus orígenes en muchos siglos más hacia atrás.
Nota.-
Ilustran este comentario, hoja de la citada obra, en su edición de 1839;
detalle de la acuarela; lectura de la inscripción y título; y finalmente un detalle
más próximo de la vista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario